La primera temporada como profesional de Julius Randle apenas duró 13 minutos y 34 segundos. Ese fue el tiempo que tardó el novato de Kentucky en sufrir una fractura en su pierna contra los Houston Rockets. Un mal año para los Lakers, quienes promediaron el peor récord de su historia (21 victorias, 61 derrotas).
Los angelinos se ilusionan con su plantilla de jóvenes con futuro, así como Randle también prometen Jordan Clarkson y D'Angello Russell.
La duda estaba planteada en que los Lakers podrían tener dos opciones de Rookie del año, tanto en Russell como en Randle, pero este último fue descartado por los directivos de la NBA. Según las reglas de la liga, un jugador que haya entrado en un partido profesional (ya sean cinco segundos) al año siguiente comienza siendo un jugador de segundo año.
No son casos parecidos al de Blake Griffin y Nerlens Noel, quienes sí pudieron pelear por el rookie del año en la siguiente campaña de ser drafteados. Ya que no disputaron ningún partido en su supuesto primer año debido a lesiones. Distinto al caso de Julius Randle quien si disputó casi 14 minutos en la máxima competencia.
La NBA debería revisar este tipo de situaciones ya que es muy injusto para un jugador no poder disputarse una temporada completa mano a mano con otros novatos por culpa de las lesiones, y sólo 13 minutos no te dan la experiencia necesaria para sacar ventaja por el premio.