Curry se convirtió en el primer MVP reinante en la historia de la NBA en anotar 40 o más puntos en la apertura de la temporada. 'Steph' estaba en llamas desde el salto inicial, tal es así que anotó 24 puntos en el primer cuarto, el 8 de sus 12 tiros de campo - 4 de 7 en triples -. Puso unos míseros 5 puntos en el segundo cuarto, pero se encendió otra vez en el tercero con 11 puntos a su total de 40.
En ese momento los Warriors llevaban 94-75 y la gran noche de Curry estaba dando por terminada, a pesar de que volvió a la cancha en el último cuarto, pero no anotó. Terminó con 14 de 26 tiros de campo y 5 de 12 en triples. No llegó a su récord personal de 54 que logró ante los Knicks de Nueva York en 2013.
Y, como siempre, no estaba acaparando la posesión. Curry terminó la noche con siete asistencias. Los campeones reinantes de la NBA recogieron la actitud y el nivel justo donde lo habían dejado, dominando cada partido en su propia cancha donde terminaron 39-2 la temporada pasada.
Klay Thompson no fueron un show de puntos, pero hicieron un gran trabajo en defensa, la clave del partido. La estrella de Pelicans y candidato a MVP, Anthony Davis, tuvo una noche negra. Terminó con 18 puntos y seis rebotes, pero con sólo 4 aciertos en 22 intentos de campo, y con 10 de 15 en libres, dando por hecho el gran trabajo de Green en su marca.
En Pelicans además se vio un gran Perkins en el primer cuarto, con mucha personalidad sacó 8 puntos sin fallos (4/4), además se vio a un Ish Smith muy activo. El equipo joven de New Orleans no contaba con varios jugadores claves como Tyreke Evas y Omer Asik, es un equipo que podrá mejorar en los 81 partidos restantes.